Inició el ciclo de
conferencias en línea de 'Septiembre, mes de la proveeduría automotriz' y fue Alfonso
Solleiro, director de Seguridad Patrimonial de Pirelli México y presidente del
Comité de Seguridad Patrimonial del Clúster Automotriz de Guanajuato (CLAUGTO),
quien hablo sobre la importancia de proteger a las empresas de grupos
delictivos que se diversificarían a partir de la pandemia de la COVID-19.
En un principio, Solleiro
explicó que la seguridad patrimonial no es solo tener guardas de seguridad que
abren y cierran la puerta a colaboradores e invitados, sino que es una rama más
compleja que debe de estar en comunicación con recursos humanos, directivos, manufactura
y logística, esto con el fin de mantenerse al tanto sobre la situación que vive
cada área para que seguridad pueda responder en caso de ser necesario. En este
sentido, Solleiro dijo que la seguridad patrimonial se encarga del entendimiento
de amenazas, basados en un esquema de inteligencia para desarrollar el
bienestar de las propiedades.
Solleiro hizo énfasis en
explicar que la seguridad de una empresa no es la policía estatal ni federal, sino
un equipo estratégico que investiga sectores de vulnerabilidad y desarrolla
planes para mitigar amenazas y generar resistencia, o adaptarse a los riesgos en
caso no poder evitarlos. En este sentido, trajo a colación la pandemia de la
COVID-19. Y es que este el nuevo coronavirus ha generado la segunda revolución
patrimonial, considerando que la primera nació tras el 9/11. La pandemia no
solo ha tenido impacto en la salud sino en la seguridad empresarial.
¿Pero cómo la COVID-19 se
relaciona con la seguridad patrimonial? La enfermedad no solo ha traído una
crisis sanitaria y económica, sino que, además, trajo una crisis política y
social que moverá a la delincuencia del país, así lo explicó Solleiro, al decir
que los grupos delictivos también fueron golpeados por la crisis y que buscarán
formas de diversificar sus negocios con el fin de recuperar el capital perdido.
¿Qué podemos esperar? Incremento al robo de autopartes, robo de transporte de
carga, entre otros. Por tal motivo la seguridad patrimonial es fundamental, ya
que puede generar estrategias para minimizar perdidas en la empresa.
Según el INEGI, la crisis
económica derivada de la COVID-19 generó 1.8 millones de desempleados, aunque
en este número es mayor ya que INEGI no contabiliza empleos no formales. Es
decir, personal sin empleo podrían caer en la delincuencia para subsistir o
apoyar el mercado negro para conseguir productos básicos, en este sentido, el
crimen organizado aumentaría su robo a la materia prima de empresas. Además, Solleiro
aseguró que, si bien durante el confinamiento se redujo el robo a casa
habitación, el robo en carretera continuó, por lo que podríamos esperar un
aumento de este. Los grupos delictivos saben que todo producto en un camión es
un tesoro.
Sabiendo que la delincuencia
está cada vez más preparada, la seguridad patrimonial debe de mantenerse a la
vanguardia. Hacerse de recursos necesarios: información sobre la delincuencia
del país, recursos tecnológicos, comunicación con áreas administrativas y asociaciones
civiles y tener una visión de 360 grados, es decir, considerar que no solo hay riesgo
en el interior de la empresa, sino en el exterior: atracos en logística, ciber
secuestros de información o una catástrofe ambiental.
Solleiro comentó que es
momento que las empresas estén al tanto de la situación política del país, para
saber cómo el gobierno responderá a la crisis y prepararse para una posible pérdida
de inversión extrajera, en caso de que el crimen organizado aumente. 'Para las
empresas que quieran sobrevivir a los temas de crisis que estamos enfrentando,
es muy importante que analicen la situación y desarrollen un área patrimonial o
que la desarrollen para que crezca'. Dijo al explicar que la estructura de
seguridad patrimonial se basa en un modelo de gestión enfocado al control y
administración de riesgos y perdidas: 80 % prevención y 20 % acción. Además,
alentó a las empresas a identificar sus debilidades, ya que en caso de que un
riesgo se salga de control, será momento de transferir esa responsabilidad a la
póliza de seguros.
'El momento es crítico y
es importante focalizar el tiempo en el que estamos transitando y con base en
ello, generar las estrategias que den un valor agregado a la empresa'. Explicó Solleiro
tras argumentar que las empresas, más que nunca, deben de tener claridad sobre
qué desean proteger. No cualquier área puede tomar control por medio de la
improvisación, es importante tener gente preparada.
Tras concluir la primera
conferencia de 'Septiembre, mes de la proveeduría automotriz', Solleiro
aprovechó la ronda de preguntas y respuestas para informar al público que Universidad
de la Salle en conjunto con CLAUGTO cuentan con un diplomado de seguridad patrimonial
que será en línea y donde estudiarán: marcos legales, recuperación de negocios,
manejo de crisis, entre otros.