El 12 de agosto de 2020
se celebró el webinar 'Una historia que contar: CLAUTEDOMEX respiradores
pulmonares', junto con el Clúster Automotriz del Estado de México
(CLAUTEDOMEX), colaboradores en la fabricación del respirador y Cluster
Industrial. Esto con el fin de informar sobre el desarrollo que tuvo el
Ehécatl, uno de los dos primeros respiradores mexicanos, hecho para lidiar con
la COVID-19 que ha afectado a nuestro país.
En un principio, Adrián
Martínez, editor de Cluster Industrial, comentó que un hecho como este era
digno ser contado para el país, en un momento donde las noticias negativas
bombardean a los mexicanos, saber sobre los respiradores da un soplo de
esperanza e ilumina el futuro, más cuando
la COVID-19 ha traído, además de una pandemia, una crisis económica que
la industria automotriz sigue superando, agregando que fue en tiempo récord,
pues un proyecto de tal magnitud se desarrollaría de 3 a 5 años, en este caso fueron
solo 4 meses.
Para iniciar esta
historia, la maestra Elisa Crespo, presidenta ejecutiva de CLAUTEDOMEX,
agradeció el compromiso que tuvo la industria manufacturera y automotriz al
llevar a cabo este proyecto. 'La industria automotriz siempre ha hecho frente a
adversidades y continuar nos llena de orgullo', afirmó ante la cámara y rescató
que solo a través de la colaboración se puede llegar a una meta. Por lo que
invitó al Gobierno Federal a establecer vínculos de confianza con el sector
industrial. 'Este es un éxito de trascendencia porque salva vidas', comentó
antes de pasarle la palabra al doctor Hugo Gámez, director de CIDESI de Estado
de México.
Por su parte, el doctor
Hugo Gámez mencionó que antes que los efectos de la pandemia se vivieran en México,
él pronosticaba un golpe a la nación, esto a partir de su estadía en Europa,
hace varios años, donde descubrió que los europeos iban al médico en cuanto se
sentían enfermos, cultura que no se comparte en México. Lamentó las pérdidas
que se han vivido en la nación y que seamos el tercer lugar en muertes a nivel
mundial, pero comentó que ante de llegar a esta situación él consideró
necesario aportar algo desde la trinchera de la industria, por lo que contactó
a la maestra Elisa Crespo y a finales de marzo empezó la iniciativa. La
intención era construir un ventilador que pudiera luchar contra la COVID-19, es
así como empieza a armarse el Ehécatl, que significa dios del viento en
náhuatl.
A continuación, Gunther Barajas, VP de
Dassault Systemes de México, estuvo a cargo de la conceptualización y diseño.
Durante abril, cuando empezaron a sentirse los estragos de la pandemia de la
COVID-19, él estaba trabajando con emprendedores de la Ciudad de México en el
desarrollo de mascarillas. Fue en ese momento, cuando Gunther Barajas le
preguntó a la maestra Elisa Crespo ¿qué podemos hacer por México apoyándonos en
el musculo automotriz? La respuesta fue ayudar al doctor Hugo Gámez. Es así
como Dassault Systemes de México estuvo a cargo de la simulación de las piezas
que se iban desarrollando, ofrecieron retroalimentación, materiales idóneos
para que el ventilador tuviera éxito y buscaron cuál sería el mejor diseño
basado en el flujo de aire para aguantar los ciclos del respirador Ehécatl,
pues el trabajo no es solo llenar los pulmones de oxígeno, sino saber en qué
medida hacerlo para no generar daño al organismo humano. La maestra Elisa
Crespo tomó la palabra y afirmó que su clúster seguirá trabajando con estos
ventiladores para mejorarlos y ofrecerle al país lo que necesiten para salir
adelante, gracias a la tecnología que se vive en la industria automotriz.
En la introducción de
Gabriel Moreno, director general de Innovax, se hizo énfasis en que fueron
necesarias 42,500 piezas para la conceptualización del respirador Ehécatl y que
él conformó un equipo capaz de realizar ese trabajo. Además, contactó a los
distribuidores necesarios para que Innovax desarrollará las más de 42 mil
piezas. Entre estos distribuidores se encontraban micro y macro empresas del
sector automotriz y aeroespacial. Por otra parte, el tiempo fue fundamental,
pues las piezas tenían que estar en los primeros 15 días del proyecto. Tras un
mes, se logró la fabricación de todos los componentes, tanto mecánicos como
electrosoldados. Gabriel Moreno comentó que los equipos ya están siendo
ensamblados y agradeció la participación de empresas como ZF e Hitachi que
apoyaron bastante durante la producción.
Llegado este momento, el
doctor Hugo Gámez, explicó que el funcionamiento del ventilador Ehécatl está
basado en el concepto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus
siglas en inglés). Solo que el ventilador mexicano mejoró el modelo
estadounidense, ya que este no contaba con la parte de sensores, ni la
programación del modo operatorio. Es decir, el modelo del MIT no estaba pensado
para cuidados intensivos y es ahí donde la ingeniería mexicana mejoró el
modelo. A lo que la maestra Elisa Crespo aprovechó para invitar a los
directivos del MIT a unirse con México para producir ventiladores capaces de
lidiar con la COVID-19 y cuyo avance se quedará para siempre en la humanidad.
Enseguida, ella pasó la palabra a Daniel Romero, CEO de Prettl y cuya visión de
integración hizo posible el proyecto.
Daniel Romero inició con
un agradecimiento al sector médico, pues sabe que este arriesga su vida todos
los días para suplir las carencias que tiene el servicio médico de México. Por
lo que sabe que los ventiladores no solo son para los pacientes de la COVID-19,
sino para los médicos que luchan con la enfermedad. Además, agregó que la unión
fue gracias a que sabía que tenía un equipo capaz de realizar el subensamble de
los respiradores Ehécatl y para poyar a sus trabajadores ante la recesión
económica. Es por ello que Prettl de México decidió unirse a la labor con
CLAUTEDOMEX, en este caso con el subensamble. 'Todos debemos de estar
preparados para los cambios', dijo, cuando explicó que el ensamblaje inició en
una sala de junta con solo 100 m2 y a través de espacios que adaptaron para
guardar los componentes de los respiradores y los respiradores antes de ser
transportados a donde serían ensamblados en su totalidad. Aunque el espacio fue
un reto, se logró gracias al esfuerzo de todos. Por último, comentó que las
manos que están armando los respiradores Ehécatl son femeninas, por lo que el
futuro de México está en las mujeres.
El último en comentar su
participación fue Carlos Marín, gerente general de ZP Workholding. Él agradeció
que se le tomará en cuenta para un proyecto tan grande e importante, agregó,
que esta experiencia lo ha hecho crecer y que sabiendo lo importante que es la
calidad, la cantidad y el tiempo de desarrollo de los respiradores, se ha dado
a la tarea de contactar a proveedores de gabinetes, quienes también han ayudado
al proyecto, ya que han adaptado dichos gabinetes a formatos más aptos para el
equipo del Ehécatl y económicos.
Durante la sesión de
preguntas y respuestas, se pidió el nombre de algunas empresas que apoyaron,
entre las que destacaron: Hitachi, ZF, CNS, FGR, INNOVA, PRETTLE, INDUMEC,
entre otras. Y se cuestionó sobre si los ventiladores serían solo para México o
serían exportados, a lo que la maestra Elisa Crespo comentó que por el momento
el Ehécatl es para las zonas más vulnerables del país, por ejemplo, el primer
ventilador se entregó en Veracruz y actualmente hay algunos en colegios para la
capacitación del uso correcto de este. Además, comentó que ya hay 157
respiradores instalados en hospitales del país y 120 ensamblados esperando por
su distribución. Por último, preguntaron ¿cuál fue la participación de CONACYT?
A lo que se respondió que la institución financió una parte del desarrollo de
los ventiladores.
Para finalizar la
maestra Elisa Crespo dijo: 'Los académicos, el gobierno federal y la industrial
logramos tener un solo leguaje llamado México y sin duda alguna, la industria
automotriz ha puesto las bases para ello. Por eso, es necesario mesas de trabajo
para impulsar una industria naciente'. Lo cual nos deja una enseñanza sobre el
futuro de nuestra nación.