Introducción
El 14 de julio de 2015,
el ingeniero Óscar Albín, presidente ejecutivo de Industria Nacional de
Autopartes, presentó un webinar llamado Oportunidades y Desafíos de la
Industria Automotriz ante la llegada del T-MEC, en el que abordó la historia de
la industria automotriz, así como el futuro que se contempla para esta.
En un principio, el
ingeniero que la manufactura de la industria automotriz está pasando un reto
por la llegada de la industria 4.0 y lo que significa para esta, ya que ahora
no solo se necesita de buena mano de obra sino también de buen equipo y en su
opinión, será a través de una inversión con lo que las empresas podrán ser
competitivas.
Perspectivas
de la industria automotriz a nivel mundial
Tras dar su visión sobre
la integración de la industria 4.0, el ingeniero Óscar Albín mostró cuál ha
sido el pasado de la industria automotriz, siendo esta la productora de 90
millones de vehículos en todo el mundo durante el 2019, de los cuales, 4
millones se fabricaron en México, un número importante cuando se compara con
China que produce 25 millones de automóviles, pero de esos 25 millones solo se
está importante el 4 % mientras que en México, el 90 % de su producción va a
Estados Unidos. Además, las autopartes que se hacen en el país son enviadas a
fábricas en Estados Unidos, por lo que, como industria automotriz, nos importa
que suceda con Estados Unidos.
Nuestra relación con
Estados Unidos nace de nuestra posición geográfica, ya que para el país es más
fácil exportar vehículos de México que de Centroamérica o de Asia, además,
nuestra ubicación nos permite como nación tener más de 13 tratados de comercio
con 52 países, lo que hace que exportemos 3.3 millones de autos y 81 mil
millones de dólares en autopartes y por si fuera poco en México hay más de 600
fábricas de autopartes de nivel 1. A lo que el ingeniero Óscar Albín comentó
que un ejemplo de los beneficios de nuestra geografía fue el New Beetle de
Volkswagen que se globalizó gracias a nuestro país.
Pero no todas son buenas
noticias, ya que como se sabe, la pandemia del COVID-19 vino a cambiar los
números para la industria automotriz. El ingeniero Óscar Albín comentó que
según IHS Markit se pronosticaba que para el 2020 habría un movimiento de 16.68
millones de autos, pero por la pandemia solo se han movido 12.1 millones. Pero
que el panorama no es tan sombrío, ya que la industria se ha recuperado más
rápido de lo esperado tras el COVID-19.
¿Qué
significa tener un tratado comercial en México?
En 1993, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el país la industria automotriz significaba un 10. 3 %. Hoy, en 2020, significa 20.5 %. Lo que significa no solo que la industria automotriz ha crecido más del doble gracias al antiguo tratado, sino que la industria se ha convertido en la más importante de México. Haciendo que el 34 % de las empresas establecidas de Tier 2, Tier 3 sean mexicanas y que el país sea el quinto productor de autopartes a nivel mundial. ¿Y dónde están esos fabricantes? En el norte de la región, ya que para Estados Unidos es más sencillo exportador de la frontera. Pero en el bajío también hay una buena cantidad de fábricas, el 31.2 % de producción nacional. Estos números representan que en 2019 se empleó más de un millón de personas en las manufacturas de automotriz.
A todo lo antes
mencionado, el ingeniero Óscar Albín comentó que el presidente de Estados
Unidos, Trump, quiso revisar el TLCAN porque éramos el segundo país con mayor
déficit comercial, solo superado por China. Y después de dos años y medio de
negociaciones hubo una transformación con el tratado. Estados Unidos y Canadá
necesitan de México para abastecerse de autopartes, porque somos un país de
bajo costo bien ubicado.
Transformaciones
con el T-MEC
El ingeniero Óscar Albín
mencionó que tal vez la mayor transformación sea la regla de contenido
regional, pues si antes, con el TLCAN era del 62.5 %, ahora con el T-MEC será
de entre el 70 % y 75 % dependiente el vehículo. Además de un 70 % de contenido
de acero y aluminio de la región. Aprovecho para comentar que el desafío está
en que, del 75 % de contenido regional, las core parts deben tener un 75 %, las
parte principales un 70 % y las complementarias un 65 %. Lo cual implica el
trabajo de comunicación mayor con nuevos proveedores.
¿Qué pasa si la armadora
no cumple con los requisitos? Hay un impuesto muy claro establecido por la
Organización Mundial de Comercio (OMC): los vehículos ligeros tendrán que pagar
un 2.5 %, las pick ups un 25 %, el tractocamión 2.5 %, el rabón 25 % y las
autopartes 2.2 %. Lo cual no es negativo, ya que México exporta en su mayoría
vehículos ligeros y tractocamiones. Pero este impuesto podría obligar a
empresas europeas como Audi, Volkswagen, BMW a desarrollar más fábricas en
México para generar mayor contenido regional. Lo mismo sucedería con marcas asiáticas
como Nissan, Toyota, Mazda, Honda y Kia Motors.
La incorporación de
estas empresas europeas y asiáticas es muy factible e irá sucediendo de forma
paulatina, a menos que sucediera un tsunami o un terremoto que destruyera las
fábricas, ejemplificó el ingeniero Óscar Albín.
Por lo que, en su opinión, el T-MEC dará oportunidad de negocios a
mediano plazo y a corto plazo seguiremos básicamente como hemos estado en los
últimos años.
Mejoras
laborales en México
Otra de las
oportunidades que trae consigo el T-MEC es que, al incorporarse más fábricas
europeas y asiáticas en México, estás necesitan seguir produciendo innovaciones
tecnológicas al mismo tiempo que fabrican los modelos ya conocidos, por lo que
los principales Tiers 1, necesitarán de más ingenieros y México, al ser un país
de bajo costo, es una opción muy viable para producir esos empleos. Un ejemplo
que dio el ingeniero Óscar Albín fue que Ford tiene 2 mil ingenieros mexicanos
trabajando para la marca.
Es decir, después de lo
antes comentado, México tiene oportunidad de incrementar la manufactura de
autopartes, incrementar el contenido regional de automotores en la región de
Norteamérica, crecer en regionalismos y nacionalismos alrededor del mundo.
Darle a Estados Unidos un incremento en aranceles. Pero para lograr esto se
requiere un aumento en la competencia laboral. Otro de los beneficios que trae
el T-MEC es que obliga a las empresas a tener un orden y paz laboral con sus
colaboradores. Pero, uno de los mayores inconvenientes que tiene la nación es
la seguridad. Situación que ha obligado a que fabricas mexicanas se instalen en
Estados Unidos.
El ingeniero Óscar Albín
comenta que es necesario regresar a la lista de los 25 países con mejor
inversión, habría que regresar y que esto se logrará promocionando mejor a
México, trabajando en una capación constante para los trabajadores; generar
desarrollo e investigación y trabajar con el gobierno para mejorar la educación
del país, pues los ingenieros salen con información caducada y su desarrollo
laboral consta en actualizarse y ser aprendices de otros ingenieros.
Óscar Albín considera,
así como otros expertos, que el T-MEC es un tratado que abre las posibilidades
de un país que debe de actualizarse para seguir creciendo, por lo mismo, él
invitó a los ingenieros a mantenerse en la vanguardia en idioma, tecnología y
comercio.