Una visita que pocos pensaron que tendría lugar terminó en
una cena con destacados empresarios mexicanos y estadounidenses para celebrar
la declaración conjunta de entrada en vigor del T-MEC, y la primera visita
de estado del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La sorpresiva cena fue anunciada apenas el día lunes 6 a los
CEOs de las tres grandes de Detroit: Ford (Jim Hackett), General Motors (Mary
Barra) y FCA (Mike Manley). Ninguno de los tres asistió. ¿Por qué? ¿Acaso
no era de su interés? No es así, la premura de la invitación, en medio de un
resurgimiento de casos de coronavirus y una agenda muy apretada les impidió a
los líderes de las tres automotrices asistir a la cena de gala.
En su lugar, Ford envió a Kumar Galhotra, el recientemente
nombrado Director de Operaciones de Ford en Norteamérica, mientras que GM
envió a su consejero general Craig Glidden, y FCA no envió a ningún representante,
según la Casa Blanca. La presencia de Galhotra es sumamente importante, ya que
dentro de sus labores está el velar por las operaciones de Ford en México a
nivel región.
¿CUÁL ERA LA INTENCIÓN DE LA CENA?
Muy sencillo. Como apuntó la empresaria mexicana Patricia
Armendáriz, quien asistió a la cena, el evento fue una oportunidad para
congratularse entre ambos presidentes y darle oportunidad a empresarios de alto
perfil (seleccionados por ambos países) para presentar su visión del T-MEC como
justo lo que la región de Norteamérica necesita para prevalecer y
fortalecerse en el mundo.
Empresarios mexicanos y estadounidenses anunciaron planes de
inversión en ambos países, incluyendo la sorpresiva noticia de inversión
energética de SEMPRA en México. Pero en la industria automotriz, la
presencia de las grandes armadoras de Detroit tenía un papel de certidumbre,
ya que una gran parte de las reglamentaciones del nuevo T-MEC están dedicadas a
la industria automotriz y esta representa un porcentaje importantísimo en las
exportaciones de México a Estados Unidos y Canadá.
Esta certidumbre es, específicamente, el ofrecer la
seguridad de que las nuevas normas de contenido regional, normas salariales, de
resolución de conflictos, etcétera, se llevarán a cabo sin contratiempos,
promoviendo mayores inversiones de Ford, GM, y FCA, así como el nearshoring
de proveedurías asiáticas y europeas.
¿QUÉ SIGNIFICA QUE LOS CEOs AUTOMOTRICES NO HAYAN ASISTIDO?
Bueno, como hemos dicho, significa en primera instancia que
están pasando aún por los estragos de la recuperación y escalada en producción
de sus plantas en Norteamérica y eso los tiene con una agenda muy ocupada.
Sin contar los asuntos legales que deben arreglar con sus sindicatos en cortes
federales de los Estados Unidos.
Pero en el fondo, la ausencia de los CEOs no significa que
Ford, GM o FCA estén echando a menos el T-MEC y todo lo que este implica, si
acaso, da muestra de que estos fabricantes ya venían preparándose para el nuevo
acuerdo comercial desde mucho antes de la aparición del coronavirus, y ni
siquiera la pandemia ha frenado los planes de producción de las tres armadoras
en México, por lo que asistir a la cena no era más que una formalidad.
En lo real, los tres fabricantes siguen el camino de
producción e inversiones que han trazado para sus plantas en México. Aunque
Kumar Galhotra, de Ford, declaró hace algunos días que ciertas limitaciones en
asistencia de trabajadores para su planta de Chihuahua, le parecía poco sustentable,
pero, también aseguró que esta no afecta la producción requerida al corto plazo;
además Ford ha retomado con fuerza la manufactura de sus nuevos íconos, el
Mustang Mach-E y la Ford Bronco. FCA ha reportado buenos números en producción
y exportación en México desde su reapertura y General Motors también está logrando
reponerse en estos indicadores.
Así que, la industria automotriz no debe preocuparse por la
ausencia o asistencia en esta cena. Para los fabricantes de autos
estadounidenses, México, el T-MEC y las oportunidades de inversión y producción
en la región no están en la Casa Blanca, están en los pisos de producción.