Este dispositivo está pensado para que las personas contagiadas del COVID-19 que no se encuentran en un estado delicado, puedan utilizarlo fuera del área de cuidados intensivos. Está conformado por una máscara facial que suministra oxígeno en la nariz y boca con presión, lo cual permite que los pulmones se mantengan abiertos y que por tanto, pueda entrar una mayor cantidad de oxígeno.
La profesora Rebecca Shipley, directora del Instituto de Ingeniería de Salud de la UCL comentó que en situaciones normales, diseñar un dispositivo de este tipo podría tomar años, por lo que decidieron partir de un dispositivo CPAP sin patente; lo desmontaron para poder mejor el diseño y adaptarlo para su producción en masa. Su diseño ofrece una mejora del 70 % del oxígeno que permite obtener a los pacientes.
Debido a la urgencia que se vive a escala global por la saturación de los sistemas de salud, la empresa decidió poner a disposición de todos el diseño de dicho dispositivo, así aquellos que cuenten con los recursos para reproducirlo, pueden hacerlo.
Mercedes-AMG High Performance Powertrains adaptó su fábrica de motores en Brixworth (Reino Unido) para producir los equipamientos de resorte respiratorio. Tienen capacidad para fabricar mil unidades diarias, por lo que en 10 jornadas podrán producir la cantidad que les solicitó el gobierno británico.
El uso de este dispositivo puede resultar clave debido a que reduciría la demanda de respiradores, los cuales, podrán reservarse para los casos más graves. Puedes consultar más información aquí.
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