Mientras China se recupera y la provincia de Hubei vuelve
a la producción de autos (aunque con algunos problemas), Italia y otros
países de Europa la están pasando bastante mal.
FCA ha detenido temporalmente las operaciones de casi
todas sus plantas en Italia y reducirá la producción de aquellas que se
mantengan abiertas en un esfuerzo por ayudar a evitar la propagación y
proliferación del virus.
Aunque la cuarentena dispuesta por el gobierno italiano no
obliga a las fábricas a cerrar, pero sí a operar con precauciones, se les ha
recomendado que todas las operaciones que no sean críticas sean pospuestas.
Por si fuera poco, la cadena de suministro de autopartes y
componentes chinos sigue interrumpida y la demanda de estos productos también ha
disminuido drásticamente. Proveedores del sector automotriz en Europa han
bajado sus estimados de ventas para 2020 en hasta un 4%, según fuentes
de LMC Automotive.
Pirelli confirmó un caso positivo de coronavirus en
una de sus plantas al norte de Italia, suspendiendo las operaciones de
la locación. SEAT detuvo uno de sus turnos en la planta de Barcelona debido
a la falta de suministro en su cadena, y Peugeot confirmó un caso desde el
29 de febrero en su planta de Mulhouse, Francia, extremando medidas de
seguridad.
Según fuentes industriales de Bloomberg, las ventas de
autos en Italia podrían disminuir en un 15% para este año debido a la crisis.
Con información de Bloomberg y Reuters.