Hace tan solo unos días, Elon Musk tuiteaba acerca del
Coronavirus, diciendo que el "pánico es estúpido". El CEO, siempre confiado,
tenía la mente más ocupada en celebrar la millonésima unidad producida de Tesla,
un Modelo Y que salió de la gigafábrica en Nevada.
En 2008, hace doce años, Tesla lanzó su primer
vehículo producido, el Roadster, y hoy es el primer fabricante de
autos en lograr producir un millón de vehículos eléctricos, todo ello con
niveles aún no alcanzados de autonomía e inteligencia en manejo autónomo para
otras marcas.
Al mismo tiempo, Tesla prepara una gigafábrica en
Alemania, que ha enfrentado críticas por localizarse en medio de un bosque
artificial, pero que ha recibido la bienvenida de Herbert Diess, CEO de VW Group,
al decir que "la competencia es buena". Tesla planea abrir otra fábrica en
el centro de los Estados Unidos para producir su Cybertruck, cuyas pre-órdenes
han sido todo un éxito. De hecho, Elon confía tanto en sus autos, que espera
que, para mediados de la década, tengan el doble de vehículos producidos,
creciendo exponencialmente.
Tesla también superó otras marcas al principio de este año
al lograr valuarse mejor en el mercado que todas las demás marcas de autos
estadounidenses combinadas. Aunque, en esta semana, el coronavirus del que
se burlo Musk le ha hecho perder un 13% del stock accionario, dejándolo en $608
dólares por acción. Una caída en la bolsa que se acentuó por la producción
china de la marca y la guerra del petróleo entre Rusia e Irán que tiene al
mundo de un hilo.
Pero no creemos que eso importe mucho para el billonario superestrella,
cuando aún con estas caídas, el valor de Tesla aún tiene un crecimiento de
214% comparado con su valor en estas mismas fechas de 2019 y llegando a su
punto más alto el 19 de febrero de 2020 con un valor de $917 por acción.