El 2 de julio pasado, les informamos acerca del
fallecimiento del legendario Lee Iacocca, y el 25 de agosto, otra gran personalidad que
ayudó a formar la industria automotriz como la conocemos nos dejó
también: Ferdinand Piëch.
Los CEOs del siglo pasado nos van dejando; cuando ellos enfrentaron
una transformación y globalización de las marcas de autos, hoy la industria
automotriz está frente a una transformación digital y tecnológica dedicada a
la electrificación, la movilidad inteligente y la autonomía de los vehículos.
Con estos cambios también ha cambiado quién está al frente; nuestra generación
es la primera en tener mujeres al frente de grandes grupos automotrices y marcas.
Precisamente por estos cambios se vuelve importante recordar
el camino que otros como Piëch recorrieron antes. Ferdinand nació en Austria un
17 de abril de 1937 y tomó su nombre de su abuelo, Ferdinand Porsche. Fue
en esa misma compañía donde comenzó su carrera en 1963 con 26 años y después de
graduarse como ingeniero mecánico en Suiza con una tesis de maestría en el
desarrollo de motores para la Fórmula 1.
Antes de dejar Porsche por un acuerdo en el que ningún
familiar del fundador podría tomar decisiones en la compañía, Piëch sentó las
bases de ingeniería para el exitosísimo Porsche 917 que dominó Le Mans en los
setentas. Aún así, Piëch se mantuvo como dueño del 10% de la Porsche hasta
su muerte.
Para 1972, con 35 años, Ferdinand Piëch revolucionó Audi como
Director de Ingeniería y Tecnología y desarrollando los modelos Audi 80,
100 y Quattro, este último innovó en su tiempo con tracción total en las cuatro
ruedas y un motor turbocargado de 5 cilindros en línea que les permitió entrar
y ganar en el Campeonato Mundial de Rally. Entre 1988 y 1992, Piëch siguió
transformando la imagen de Audi como su CEO, introduciendo los motores TDI
y las carrocerías de aluminio.
En 1993, Piëch llegó a Volkswagen AG como CEO a sus
56 años, reemplazando a Carl Hahn (quien aún vive). Para entonces, el grupo ya
incluía a Audi (adquirido en 1965) y SEAT (adquirido en 1986) pero estaba a
tres meses de considerarse en bancarrota.
Cómo Ferdinand Piëch le dio la vuelta a la crisis de
Volkswagen AG en los 90s:
Expansión del grupo en el mercado norteamericano.
Implementación de exigentes equipos de compradores y
políticas para proveedores.
Ampliación de modelos en Audi (A2, A3, A4, A6, A8 y TT).
Reutilización de plataformas entre marcas del grupo (estrategia
vigente hasta hoy).
La introducción del Volkswagen New Beetle.
El establecimiento de Bugatti y las compras de Lamborghini, Skoda
y Bentley.
En 2002 se retiró a los 65 años, como las políticas del
grupo lo exigían, pero mantuvo su influencia hasta 2015 como presidente del
consejo de supervisión de VW AG. Desde ahí, su estatura como ingeniero influyó
en la creación del Bugatti Veyron, que fue en su momento el automóvil de calle
más caro, potente y rápido del mundo.
En gran parte, es gracias a Ferdinand que Volkswagen AG es hoy uno de los conglomerados automotrices con mayor valor en el mundo. Fue nombrado por el New York Times como el CEO automotriz
del siglo en 1999, por su rescate de Volkswagen, y en 2014 fue integrado
al Salón de la Fama del Automóvil. La tarde del 25 de agosto en Alemania,
Ferdinand Piëch murió repentinamente, cuando se dirigía a ofrecer una
conferencia.
Algunos de los autos que fueron posibles gracias a
Ferdinand Piëch:
Porsche 911.
Porsche 917.
Audi 100.
Audi Quattro.
Audi TT.
Volkswagen Phaeton.
Bugatti Veyron.
New Beetle.
Audi R8.
Lamborghini Gallardo.