Sabemos que hay puertos muy importantes para la exportación e importación de vehículos en nuestro país, como el caso de Mazatlán, Sinaloa, con la importación de miles de vehículos Mitsubishi cada año desde Japón, o la exportación de vehículos de Nissan, o Volkswagen a Sudamérica.
En respuesta a estos hechos, la administración federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se ha dado a la tarea de realizar inversiones en ampliación y modernización de algunos de los principales puertos del país por un monto de 100 mil millones de pesos.
Fue el coordinador de Puertos y Marina Mercante de la SCT, Héctor López, quien confirmó esta mañana la ampliación de los puertos de Veracruz, de Progreso en Yucatán, y la extensión del Puerto de Manzanillo hacia la laguna de Cuyutlán, en el estado de Colima.
Dicha inversión se realizará con recursos federales, de las Administraciones de cada puerto y de la inversión privada en el caso de terminales privadas, como sería el caso de la extensión en Manzanillo hacia Cuyutlán, donde se buscará desarrollar un parque industrial para exportación.
En la conferencia mañanera, AMLO mencionó que se busca incentivar el transporte marítimo para aliviar la carga sobre el terrestre, que representa 68% (56% carretera y 12% de ferrocarril, este último el principal para exportación e importación de vehículos y autopartes en la región de Norteamérica). Del resto, el 31% se mueve por vía marítima y un 1% por avión.
El 75% de las exportaciones de la industria automotriz se mueve por ferrocarril, y cada tren carga en promedio 900 vehículos terminados en viajes que van de uno a dos días. Mientras que los puertos desfogan un 25% de las exportaciones automotrices mexicanas.
De estas exportaciones, 60% llega a los puertos por ferrocarril, y 40% por nodrizas o trailers mediante carreteras. A principio de año, los bloqueos en ambas vías de transporte terrestre ocasionaron retrasos importantes en la logística automotriz nacional y provocaron pérdidas de millones de pesos diarios.