Con este retraso a los aranceles en vehículos importados a
los Estados Unidos, Trump busca aliviar
algunas diferencias con sus similares en la Unión Europea, México y Japón,
a quienes considera como unos de sus aliados comerciales más importantes.
Aún así, este mismo
año podría verse un alza de 25% a las importaciones de autos. Este sábado
era la fecha límite para para tomar una decisión en torno al informe del
Departamento de Comercio que se entregó a la Casa Blanca en febrero. Dicho
informe enfatizaba la amenaza de seguridad nacional que los vehículos extranjeros
y sus componentes representaban de no haber alzas a las tarifas de importación.
Inmediatamente después de hacerse pública la medida las
acciones de fabricantes de automóviles y proveedores de la cadena industrial
subieron. Por ejemplo, DAIMLER tuvo un
aumento de 3.3% en su marca Porsche y 2.4% en su marca Mercedez-Benz.
Otras OEMs como GM,
Ford y FCA se recuperaron de pérdidas pasadas tras el anuncio, aumentando su cotización en Wall Street a $37.24
USD, $10.36 USD y $14.60 USD respectivamente.
Según la Alianza de Productores Automotrices de los Estados
Unidos, las tarifas habrían generado un
impuesto masivo en los consumidores, afectando toda la cadena comercial
automotriz en Norteamérica. Según la alianza, hasta 700 mil trabajos estarían en peligro por las tarifas.
Imagen de portada: Zero Hedge.