Según explicó la compañía en un comunicado, el prototipo recibe el nombre de Audi AI:ME y tiene una longitud de 4.3 metros y una anchura de 1.9 metros, lo mismo que un compacto actual, mientras que la distancia entre ejes de 2.77 metros y la altura de 1.5 metros proporcionan unas dimensiones interiores propias de un coche de categoría superior.
El AI:ME monta un propulsor síncrono de imanes permanentes, situado cerca del eje trasero y capaz de generar 125 kilovatios (170 caballos) de potencia.
Según Audi, el prototipo está diseñado para ser utilizado en ciudad con conducción autónoma de nivel 4, el segundo nivel más alto en la escala estandarizada internacionalmente. Este nivel no requiere ninguna intervención del conductor, pero su uso está limitado a zonas específicas, como autopistas o áreas en el interior de las ciudades adecuadamente equipadas para ello.
Además, el AI:ME es capaz de interpretar las indicaciones de otros vehículos y utilizar su propia tecnología de iluminación para amplificarlas en caso de que fuese necesario.
El vehículo, como los sistemas de comunicación e interacción, se maneja mediante seguimiento de los ojos, órdenes vocales y campos sensibles al tacto en los paneles de las puertas. Están situados perfectamente en términos de ergonomía e integrados en la superficie, lo que los hace invisibles. Su iluminación se activa solo al acercarse a ellos y guía la mirada del usuario hacia las superficies funcionales. Hay un monitor OLED multifuncional y tridimensional que se extiende bajo el parabrisas a toda su anchura, que se utiliza primeramente en el diálogo con el control mediante la vista. Los menús de función terminológicamente codificados, por ejemplo, los de navegación o infotainment, se pueden activar con la mirada y desplegarse en sucesivos niveles que se mueven desde un segundo plano hacia una imagen nítida en el monitor 3D.
El Audi AI:ME se ha convertido en un punto fijo en el biotopo digital del usuario. Los tediosos trayectos diarios de punto a punto se convierten en un viaje entretenido con tiempo libre. Tras llegar al destino, los usuarios pueden abandonar el coche, relajados y de buen humor, y ni siquiera tienen que buscar un lugar de aparcamiento o una estación de recarga. El Audi AI:ME los encontrará por sí mismo en su viaje de vuelta al depósito.