Ford, como la mayoría de los fabricantes automotrices de Estados
Unidos, está reestructurando sus operaciones
internacionales para adaptarse al mercado cambiante.
La más nueva de las medidas de Ford involucra dar un giro de ciento
ochenta grados en sus operaciones en Rusia para hacerse más competitivos en dicho
país.
Actualmente, Ford mantiene 4
fábricas para autos ligeros y utilitarios; buscará cerrar tres de ellas y dejar
solo una para los vehículos de uso utilitario.
Será en junio de 2019 que se cierren las primeras dos plantas de ensamblaje, localizadas en Náberezhnye
Chelny y San Petersburgo; además de la planta de motores en Yelábuga.
La caída del mercado ruso para
las automotrices se remonta a 2012, periodo antes del cual se experimento
un crecimiento acelerado con la llegada de Ford y otras compañías.