Los fiscales del caso Ghosn apelaron a la decisión del
Tribunal de Distrito de Tokio, sin éxito. Ahora, Ghosn ha sido liberado con una fianza equivalente a 9 millones de
dólares, bajo la condición de permanecer en Japón e impidiéndosele destruir
pruebas, limitándole el uso de internet y manteniéndose bajo vigilancia.
Ghosn ha negado enérgicamente todos los cargos en su contra,
y de ser encontrado culpable podría
pasar hasta 15 años en prisión por subestimar sus ingresos y transferir pérdidas
monetarias personales a Nissan.
Ghosn ha declarado ser víctima de un complot, y de sufrir
condiciones deshumanizantes durante su detención.
Entre las condiciones de la fianza están la vigilancia constante mediante cámaras y
restricción en el uso de computadoras y dispositivos móviles.
Ghosn abandonó la cárcel bajo un operativo de seguridad tratando de ocultar su identidad con un tapabocas, gorra y ropas de trabajo, luego abordó un minivehículo de Suzuki.
Según el equipo legal de Ghosn, el juicio por los cargos que se le acusan podría darse después del verano, por lo que aún queda una larga historia por contar en este caso.