Una vez que el T-MEC sea ratificado, el JCCI (Cámara de Comercio e Industria de Japón, que integra 515 cámaras), no pronostica inversiones de grandes montos en nuestro país.
Las armadoras establecidas en México, Mazda, Nissan, Toyota
y Honda tienen grandes retos por delante en cuanto a producción y ventas con
los nuevos tratados comerciales, ya que actualmente tienen una media de Valor de Contenido Regional (VCR) de 59% y con el T-MEC
pasará a ser de 75%, es decir, el porcentaje promedio de productos fabricados
en la región con los que está hecho un vehículo. Este aumento puede influir
en las tarifas de aranceles de los vehículos exportados.
En contraste, el organismo japonés destaca los beneficios
que puede traer el TPP 11 (Tratado
Integral y Progresista de Asociación Transpacífico), que integra once
naciones que comparten el océano Pacífico.
El JCCI aseguró que seguirá trabajando con sus
representantes en nuestro país para
evaluar los avances de los tratados comerciales además de la política interna.
A Japón le interesa que México mantenga un clima de seguridad económica y laboral para que las
inversiones en cadenas de suministro (que no se detendrán) sigan y crezcan para
beneficio de ambos países.