En conferencia de prensa, Jerry Dias, presidente de UNIFOR, el sindicato privado de trabajadores más
grande de Canadá, insistió que cerrar la planta de Oshawa y mover la
producción del Impala a México es un error “catastrófico” para el fabricante de
autos, y que “probará ser un gran error”.
LAS PROTESTAS CONTINUARÁN
Los trabajadores de UNIFOR en el complejo industrial de
Oshawa, Ontario, dejaron sus trabajos hoy a las 8:30 am como seguimiento a sus
protestas contra el cierre de la planta de GM en el lugar, lo que supondrá la
pérdida de hasta 4,000 empleos en la
comunidad, 2600 de ellos dentro de la planta.
La etiqueta #SaveOshawaGM (“GM, salva a Oshawa”) ha sido
tendencia en Canadá durante el día de hoy, frente a la queja popular, Dias
mencionó que “no son las medidas apropiadas para lidiar con la situación de GM.
Quienes perderán sus trabajadores no son
empleados de sueldos altos, son trabajadores sin planes formales de pensión,
y sin un plan de trabajo para cuando la planta cierre”.
“No hay ventajas para nadie, ni siquiera para GM, y tarde o
temprano tendrán que darse cuenta”, añadió mediante un video en vivo desde
Facebook. También declaro que “el único
que no pierde nada con esta decisión es México”.
El presidente de UNIFOR aseguró que el mercado canadiense ha
estado ahí para GM, incluyendo a sus fieles trabajadores antes, durante y
después del desplome de la compañía en la crisis de 2008, donde más de 20 mil millones de dólares provenientes
de Canadá ayudaron a salvarla de la quiebra. “Quiero pensar que en verdad
reconsiderarán su decisión. No hay tal cosa como una decisión definitiva, pero ya
veremos”, dijo Dias.
GM: HACIA NUEVOS HORIZONTES
El año pasado, GM reportó ganancias por 9 mil millones de dólares, más de lo que habían hecho
toda la década pasada y esperan hacer más este año, al mover la producción de 3
modelos de vehículos a sus plantas en México, cerrando la planta en Oshawa y por
lo menos dos más en los Estados Unidos.
El fabricante también busca
posicionarse en el creciente mercado de automóviles eléctricos y tecnologías de
conectividad y conducción autónoma, donde hasta ahora no ha tenido una
participación importante.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aceptó en días pasados el cierre de la planta ubicada
en la provincia de Ontario, previsto para finales de 2019. El plan original de
GM era mantener en operación la planta hasta septiembre de 2020. Mientras
tanto, el ministro federal de Desarrollo Económico, Navdeep Bains, reclamó en
una reunión con la CEO de GM, Mary Barra, repensar su decisión, considerándola
un “error”.
No solo los trabajadores de la planta en Oshawa y sus
familias se preocupan por su futuro: proveedores como Martinrea e Inteva, y
miles de trabajadores no sindicalizados podrían verse afectados indirectamente.
El gobierno de Ontario no se ha quedado de brazos cruzados,
y busca darles a los trabajadores de la unión más tiempos para prepararse ante
el cierre, al tiempo que aseguran, GM ampliará su participación en la región
canadiense, pero especializándose en
investigación, y manufactura de alta tecnología en sus instalaciones de Markham.
GM mantendrá también
sus instalaciones de producción de motores y transmisiones en St. Catherine y
en ensamblaje en Ingersoll, dentro de la misma provincia.
Pero la decisión de
cierre de Oshawa parece seguir siendo definitiva. Mary Barra ha lamentado
la situación, al mismo tiempo que continúa repensando estrategias para dejar en
el olvido la gran crisis de la década pasada y devolverle de lleno a la
compañía el éxito que antes tuvo.