La mayor compañía de autos del Reino Unido, Jaguar Land
Rover (JLR) ha reconocido que recortará más
de 4,500 empleos de los 40,000 que tiene en las islas británicas.
Estas pérdidas se
suman a los 1,500 despidos del año pasado y suponen recortes principalmente
en empleados de oficina, ya que la compañía busca simplificar su gestión.
Mientras tanto, Ford busca reorganizarse a nivel
internacional, y esto supone hacer recortes, de quizás miles de empleados, en
sus operaciones en el continente europeo. La
compañía ha declarado que estos movimientos son independientes al Brexit y podrían
hacerse más grandes con la salida del Reino Unido de la UE, sin descartar la
posibilidad de cerrar plantas si la situación lo amerita.
JLR acepta al Brexit como una de las razones para sus
recortes, entre otras como la baja demanda de automóviles diesel (afectada por
el escándalo de VW) y la disminución de
más de 50% en sus ventas en China, su mayor mercado internacional. Además
del Reino Unido, JLR tiene plantas en Brasil,
Austria, Eslovaquia, India y China, donde no se esperan recortes hasta el
momento.
Ya en la primera
mitad de 2018, la compañía británica registró pérdidas por 90 millones de
libras mientras advertían que un Brexit sin acuerdos comerciales adecuados
costaría más de 1,200 millones de libras
en ganancias a la armadora.
Tanto Jaguar Land Rover como Ford buscan meterse de lleno a la competencia por la electrificación e hibridación
del mercado automotriz al tiempo que llegan a acuerdos con sus respectivos
sindicatos para reducir los recortes al mínimo y buscar opciones de mejorar sus
rendimientos económicos.
Ford busca alcanzar con sus movimientos un margen de 6% en sus operaciones europeas tras la caída del 82%
de sus ganancias en el continente con el desplome de la libra esterlina.