Las causas, según las mismas fuentes, son el elevado nivel de importaciones en la Unión Europea (UE), como el incremento sustancial de acero proveniente de Turquía, y la baja de demanda del sector del automóvil.
También ha pesado en la decisión de ArcelorMittal la incertidumbre económica derivada del Brexit, la guerra comercial y los presupuestos Italia, así como el incremento de costes vinculados a los derechos de emisión de la CO2.