Con estas nuevas instalaciones de prueba, Mercedes-Benz y Daimler
dan un paso importante como pioneros en la digitalización de la industria
automotriz, ya que la compatibilidad electromagnética (CEM) es un requisito
previo clave para la conectividad de los automóviles del futuro, la conducción
autónoma, la transmisión compartida y la transmisión eléctrica.
La nueva cámara de reverberación posibilita mediciones EMC
eficientes y completas. Daimler invirtió cerca de 50 millones de euros en el
nuevo edificio del Centro de Tecnología Mercedes Benz (MTC) en
Sindelfingen. Las pruebas tomadas allí contribuyen en el desarrollo revisando
los siguientes puntos:
- Que los campos electromagnéticos de los vehículos que no interfieran con otros sistemas receptores, incluidos los del propio vehículo, minimizando la exposición de los pasajeros en el interior del vehículo.
- Las funciones del vehículo no se vean afectadas por campos externos (electromagnéticos) y maximizando la calidad de la recepción y el rendimiento de las antenas.
La instalación de prueba en el Centro de Tecnología de
Mercedes-Benz (MTC) es una de las más avanzadas en la industria automotriz.
Establece estándares para la protección integral de los vehículos con nuevos
métodos de medición y prueba, que se desarrollaron junto con la Universidad
Técnica de Ilmenau (Turingia), la TU München y otras.
Un vehículo de pasajeros Mercedes-Benz puede tener más de
200 unidades de control; un vehículo de clase S tiene más de cinco
kilómetros de cables.
Por esta razón, un vehículo de Mercedes-Benz se somete a
muchas pruebas de EMC antes de obtener la aprobación final. Las
operaciones diarias con dichas pruebas en las instalaciones de EMC comenzarán
en esta ubicación central desde este 2 de junio.
Más de 200 empleados trabajan en las nuevas
instalaciones de EMC en parte en varios turnos. La construcción comenzó a
finales de noviembre de 2016.