El uso del silencio puede ser difícil de interpretar por quienes provienen de sociedades de comunicación directa, aún cuando constituye una parte del mensaje tan importante como las palabras mismas. Como con otros aspectos de la comunicación no verbal, la preponderancia de este comportamiento depende ampliamente de los antecedentes del individuo. Casi todos los occidentales consideran el silencio como algo negativo, traducido como inseguridad, timidez o torpeza. De ahí que se suele recurrir a frases triviales para llenar los espacios silenciosos creados en las conversaciones. Muchas veces, también suponemos que nuestro interlocutor no ha entendido lo que hemos dicho y repetimos el concepto tal vez utilizando otras palabras; y lo que es peor, suponemos que tal vez no nos han oído, y repetimos lo mismo utilizando un tono de voz más alto.

Para los japoneses los silencios deben respetarse, ya que son parte de la conversación. El silencio para ellos es una cuestión de respeto por la persona que acaba de hablar. El silencio que sigue a las palabras da ponderación y debido aprecio a lo que se ha dicho. También puede significar desacuerdo con lo que se acaba de decir, ya que como redactamos en la anterior publicaciónno son propensos a contradecir al interlocutor. Por ello, es importante valorar la situación globalmente, es decir, teniendo en cuenta el silencio, su contexto y sus expresiones.
El hablar demasiado, para los japoneses se considera como un ruido molesto. Las personas prudentes hablan poco, dicen las palabras precisas en los momentos indicados, nada más. Para ellos el silencio no es vacío. Un popular refrán japonés versa: “Las palabras separan, el silencio une”. Si lo pensamos un poco, veremos que es estrictamente cierto. Durante el silencio los japoneses pueden estar meditando lo que se ha dicho, comprando tiempo o simplemente tratando de desconcertar a los occidentales.
En estos casos no es aconsejable llenar el silencio con preguntas, frases trilladas o comentarios de cualquier tipo. Durante el lapso de silencio se debe mantener la calma y estar atento a su lenguaje corporal. Si el tiempo transcurrido es demasiado (lo cual es frecuente), es posible levantarse tranquilamente y caminar hacia la ventana – por ejemplo-sin pronunciar palabra, esperando el momento a que decidan continuar con la conversación a fin de que la comunicación no verbal no afecte el resultado de los negocios.
FUENTE: Cluster Industrial redacción